Piton Counter

La creación de este gabinete compacto comienza lejos del taller — en lo profundo de la Selva Atlántica de Brasil, uno de los ecosistemas más antiguos y biodiversos del planeta. De estos bosques se obtienen maderas duras como el Louro Freijó, seleccionadas de forma responsable por su resistencia, durabilidad y el carácter expresivo único de su veta. No hay dos tablas iguales, lo que garantiza que cada pieza final tenga una identidad propia moldeada por la naturaleza.
Tras una cuidadosa selección, la madera se somete a un proceso de secado lento y meticuloso. Primero se seca al aire, a la sombra, durante varias semanas. Luego se lleva a un horno especial, donde se seca por etapas con calor controlado, preservando la estructura de las fibras y asegurando una estabilidad a largo plazo. Solo cuando la madera alcanza su punto de equilibrio — lo suficientemente dura para perdurar, pero flexible para trabajar — llega a las manos de los artesanos.
La forma de la pieza se inspira en las líneas limpias y las sutiles asimetrías del diseño brasileño de mediados del siglo XX. Compacta pero sustancial, funciona como gabinete y como mesa auxiliar, pensada para la versatilidad sin comprometer el estilo. El armazón de madera maciza se ensambla con técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación, reforzado sin herrajes visibles para mantener la pureza del diseño.
Las puertas, enmarcadas en paneles rehundidos, se abren con una suave presión, revelando un interior diseñado para guardar libros, objetos o lo esencial del día a día. Sus proporciones bajas y anchas ofrecen una presencia firme pero discreta. Las patas, suavemente afiladas, levantan el mueble del suelo, dándole una postura escultórica que combina ligereza y estabilidad.
Acabado a mano, la superficie de la madera se trata con aceites naturales que preservan la veta, intensifican el color y permiten que la pieza envejezca con elegancia. El resultado es cálido y táctil — una pieza pensada para ser usada, tocada y heredada.
Hecho a mano en Brasil, este gabinete es una celebración silenciosa del material, la herencia y el diseño consciente. Igual de cómodo junto a un sillón que como objeto escultural independiente, aporta presencia sin pretensión — un compañero duradero para interiores con historia.